Queca
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 | Tema: *~El Lobo~*  Dom Mar 16, 2008 5:53 pm | |
| Aquí os dejo una mini-historia que escribí el otro día. Espero que os guste
El Lobo
Cuenta una leyenda que un lobo gris caminaba por el bosque un día de niebla. Andaba sin rumbo fijo hasta que vio a una niña pequeña que sollozaba entre la hojarasca del otoño. Se miraron a los ojos y la niña no sintió miedo, aún cuando el lobo se acercó a ella hasta estar a su lado. En el vientre de la niña una mancha roja se extendía sin piedad, era la herida de una bala de cazador. Cada minuto que pasaba la niña estaba más pálida, pero el lobo imperturbable apoyaba su hocico en las piernas de la niña. Se levantó un frío viento que movió las ramas de los árboles y entre la espesa niebla un ángel de negras alas se fue acercando a la figura casi inmóvil de la niña. Antes de que el Ángel llegase a la niña el lobo se puso en medio evitando que la Muerte se acercase a ella y comenzó a aullar. El Ángel de la Muerte hizo una reverencia al lobo y se apropió del alma del lobo dejándole muerto, mientras que la niña recuperó su salud. Los enormes ojos grises miraron a la Muerte a la cara:
- Nos volveremos a ver. Has sido bendecida por el pueblo del Lobo, usa bien este don. Me despido por ahora, Hija del Lobo – Y la silueta se fue, llevándose consigo el alma del lobo gris.
Pasaron los años y la niña se convirtió en una hermosa muchacha de cabellos negros y mechones grises. Aún poseía aquellos enormes ojos grises pero eran mucho más sabios que los ojos de cualquiera de su tribu. Fue pretendida por muchos pero nunca llegó a desposarse con nadie. Aprendió las artes curativas y con ello salvó a muchas vidas. Pero sabía que su destino era otro muy distinto.
Cada mañana la muchacha se convertía en lobo y salía a vagar por el bosque, en busca de la salvación de algún alma perdida.
Una mañana la loba había ido siguiendo su misión y vio a un niño de cabellos azabaches que lloraba porque una flecha le había atravesado el hombro. Y como algunos años atrás la loba se acercó al niño y le proporcionó calor con su pelaje hasta que la Muerte volvió a aparecer delante de ellos. Y sabiendo ya su destino, la loba intermedió por el niño y ofreció su vida a cambio de la de aquel cachorro humano. Y una vez más el Ángel de la Muerte aceptó el trato y se llevó el alma de la loba, otorgándole al niño la salud.
- Tú has de seguir los pasos de tus antecesores lobos y cuidar bien de este don. Nadie burla a la Muerte. Tú has sido bendecido para salvar más vidas.
Y la Muerte se marchó.
Aún dicen que en los bosques de aquel lugar rondan lobos grises que se encargan de salvar vidas y que con cada vida salvada suena el último aullido de su lobo protector.
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