Venganza de Sangre (Título provisional)

Tema: Venganza de Sangre (Título provisional) Lun Mar 10, 2008 7:33 pm

Bueno pues ya m decidí, cuelgo una historia. La empecé ayer así que por muy a menudo que quiera escribir no espereis que cuelgue todos los dias un cacho, imaginando que le guste a alguien jejeje Cuelgo el primer cap. y ya pondreis vustras opiniones.

AVISO: el primer capítulo es muy aburrido porque es un poco de descripción y solo sale ella pero estoy en proceso del segundo y puede que para esta noche le cuelgue ^^. Espero vuestros comentarios!!

Prólogo:

Y los recuerdos vinieron a mi mente. Se entremezclaban entre ellos dando lugar a un vórtice de imágenes. Los últimos momentos. Los últimos meses… Todo aparecía y se iba con la misma facilidad. Pero ahora sabía la verdad. Y si salía de ese lugar, no mejor, cuando saliese de ese lugar, pues lo haría, se haría justicia y recuperaría todo lo pasado, pues me pertenecía. Recuperaría mi vida y mi amor. Vengaría mi muerte.

Capitulo 1: Una vida diferente.

Otra vez lo mismo. Ya no lo soportaba… Golpeé con furia el despertador y me levanté aún medio dormida. Me dirigía con pesadez hacia la cocina dispuesta a comerme una taza de leche y algunas galletas. Fuera lucía un sol magnífico que me enfurecía aun más pues parecía que decía “Mientras tú estás encerrada en el colegio, fuera los niños están divirtiéndose”. Subí a mi habitación dispuesta a seguir el ritual de cada mañana, vestirme, asearme e irme.

Era una habitación alargada. Cuando entrabas te encontrabas con cinco ventanas enormes cubiertas por unas tupidas velas moradas. A la izquierda estaba la cama. Tenía un cabecero de hierro y de las dos barras laterales nacían formas curvas que se mezclaban entre ellas sin saber muy bien a donde ir. La cubierta de la cama era de un naranja vivo y por encima había desperdigados peluches y cojines de diferentes tonos. A los pies de la cama se encontraba un baúl antiguo donde guardaba mis “tesoros”. Esos objetos consistían básicamente en una manta azul clara, unos cuadernos de notas, algún que otro bolígrafo y las cartas que recibía junto con otros objetos personales tales como regalos o dibujos. A los lados de la cama había una mesita de ébano con una lámpara, un libro y mi móvil. En frente se encontraba mi armario y a su lado un espejo bastante grande con un marco que daba la impresión de ser gótico. Y al entrar a la habitación debajo del ventanal estaba mi escritorio. No era una mesa del otro mundo. Tenía un ordenador y algunos folios por encima, y por supuesto los bolígrafos andaban por doquier. El orden en mi escritorio no era una prioridad. El escritorio era lo suficientemente grande para tener una mini cadena y un ordenador y dejarme espacio de sobra para estudiar y dibujar. Y a la mano derecha del escritorio había tres estanterías también negras a rebosar de libros. La lectura era mi pasión. Poseía libros de un montón de clases: magia, brujería, fantasía, novelas, historia, vampiros… Y en una balda intermedia con mi colección de discos de rock y punk. El resto de la habitación estaba decorada con postres de música, naturaleza y algún que otro libro.

Me vestí apresuradamente y agarré mi mochila negra y gris con un león colgado en la cremallera. Me enfundé el abrigo y el Mp3 y emprendí el camino hacía el instituto.

Llegué cinco minutos antes de que la campana comenzase a sonar. Mientras me dirigía a clase me crucé con Ahrel. Era un chico bastante peculiar, aunque quién era yo para llamar “peculiar” a nadie. Yo la bruja. La chica rarita del colegio. No tenía demasiados amigos. A decir verdad mi grupo de amigos era reducido pero sabía que nuestra amistad era verdadera. Ahrel pasó delante de mí con su inseparable novia, Minerva. Una chica de belleza insuperable pero a la que no envidiaba pues lo que tenía de guapa era superado por su egocentrismo y superficialidad. Sin embargo, Ahrel era alto y con una expresión diferente en el rostro, ente dolor, soledad e incomprensión. Seguí mi camino y entré a clase. Me sentaba al final de la fila y delante estaba mi mejor amiga, Celia. Me saludó y nos sentamos en clase. El instituto consistía en pasarse seis horas escuchando a profesores, los que en su inmensa mayoría no sabían nada de la materia que trataban, mientras que los que se entregaban a la clase eran los que tenían menos horas a la semana. En definición, el instituto era la cuenta atrás para poder escaparme por la noche al bosque para practicar mi magia. En los recreos estuve escuchando a Celia hablar sobre el último libro que había leído, aunque no se ni cual era pues no la prestaba demasiada atención.

No estaba especialmente habladora aquel miércoles así que me despedí de mis amigos con un seco “Nos vemos” y fui hacia casa. Aquella semana iba a estar sola ya que mis padres estaban de viaje porque el trabajo se lo exigía. Cuando llegué a casa saqué una de las comidas preparadas que me dejó mamá y la calenté. Al terminar la comida me encerré en mi habitación toda la tarde y tras hacer los deberes y estudiar puse uno de mis discos de rock y empecé a leer y a trazar el plan de lo que haría aquella noche. Mientras que ojeaba los libros de magia me paré a leer un libro de vampiros que estaba cerca de los de magia. Los vampiros eran para mí una obsesión. Era criaturas magníficas con las cuales me sentía totalmente identificada, marginados y excluidos y también llamados “raritos”, pero a pesar de las circunstancias sobresalían sobre el resto de la humanidad.

Ya anochecía y la luna comenzaba a brillar en lo alto del cielo. Era el tiempo de salir al bosque. Cogí el bolso de tela en el que llevaba todo lo necesario para practicar magia, me puse la capa negra y salí de casa. Iba al bosque que estaba a cinco minutos de mi casa. Siempre salía por la puerta de la terraza de mi habitación cuando mis padres estaban en casa. Hacía un hechizo de imagen en la cama y me fugaba durante dos horas. Aunque mi madre también era bruja no quería que dedicase mi vida a la magia y me prohibía usarla. Yo fingía que no me interesa, pero en mi fuero interno desde que amanecía solo deseaba que llegasen las nueve y media de la noche para practicar con total libertad mis habilidades mágicas.

Me interné en el bosque repasando mentalmente los hechizos. “He de practicar el hechizo de cortes profundos y quemaduras… Ahrel es extraño, mira su expresión es completamente… pero bueno que te pasa si ni siquiera te gusta… Tengo que preparar el circulo de invocación de hadas…” Ahrel… ¿A qué venía ahora eso? Noté que esa noche iba a ser el principio de algo diferente a todo… pero no me podía ni imaginar que cambió supondría en mi vida.

Llegué al Círculo de Árboles donde siempre me situaba y comencé a sacar todo. Necesitaba una hoguera… Invoqué un hechizo y unas llamas iluminaron débilmente el lugar. Sería suficiente. Tras practicar el hechizo de curación de cortes noté que una silueta se alzaba poderosamente a mi espalda. “Sigue a lo tuyo, y no des la impresión de que le has sentido…” murmuraba una voz en mi cabeza. Metí despacio la mano en mi bolso de tela y saqué mi Átame y me giré a toda velocidad. Lo que vi fue completamente inesperado.
-¡¿Pero qué…?! – Dije casi en voz de grito mientras la silueta se acercó un poco más a mí con la suficiente distancia para poder distinguirle que tenía sangre en su boca, como si hubiese bebido de un cáliz lleno de este líquido. Debía tener miedo pero no de aquel ser, su sed no me importaba, y mientras calculaba varias formas de ataque, él se aproximó a mí.

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Lun Mar 10, 2008 9:56 pm

Ya acabé el segundo capítulo asi que ya le cuelgo. Es bastante más largo y a mi parecer más interesante pero eso lo decidireis vosotros. Si hay alguna falta lo siento pero me he tirado toda la tarde para hacerle y ya tenia ganas de acabarlo y no le he repasado a fondo. =S Espero vuestros comentarios!

Capítulo 2: La respuesta

-¿Qué haces aquí? – Su voz era aterciopelada, casi celestial. Ahrel se acercó más y el fuego iluminó su rostro que, como siempre, era perfecto. La sangre que había en sus labios no provenían de alguna herida suya, si no que más bien era de la herida de otro a quien pertenecía. No tuve mucho disimulo mirándole, y percatándose de que tenía la boca ensangrentada se limpió y me volvió a preguntar.
- ¿Piensas contestarme o debo esperar a que me otorgues el turno de palabra? – Su voz se había vuelto áspera pero no estaba dispuesta a contestar a preguntas que no le interesaban. Él seguía en la misma posición pero yo me movía ágilmente guardando los libros de magia para intentar que pasaran desapercibidos, suficiente era tener que soportar constantes burlas como para que ahora se extendiera el rumor de que soy bruja. Ignorando a Ahrel andaba rumbo a mi casa, pero él no se daba por vencido y me seguía, a nuestro alrededor se formaba un silencio incómodo, pues mis pensamientos se basaban en lo bien que le quedaba esa camiseta azul. Cuan inoportunas eran mis hormonas.
- ¿Qué hacías con un átame? Eso solo lo utilizan las br… Quiero decir que es poco utilizado - ¡Vaya! Ahora le parecía una bruja, de mal en peor.
- Lo compré en un mercadillo Medieval y lo uso como defensa personal. ¿Acaso tienes miedo? – Vaya respuesta…Emma, experta en comentarios sarcásticos en el peor momento. Estaba claro porque no tenía demasiados amigos.
- Creo que lo que debería dar miedo aquí soy yo. Pero a lo que me refiero es que no es muy normal ver a una adolescente de noche, en medio del bosque, con libros de brujería y un átame “como defensa personal” – Al parecer le debía de hacer gracia pues esbozaba una sonrisa traviesa.
- Bueno, no soy yo la que espía a adolescentes solos por la noche en medio de un bosque… y con restos de sangre en la boca – Aquel comentario le dejó paralizado. Quizás me pasé pero el me acusaba de bruja, tenía el mismo derecho a defenderme. Ya habíamos llegado a la puerta del jardín. Saqué las llaves y comencé a abrir la puerta.
- Me gustaría conocerte mejor, Emma – Su respuesta me dejó petrificada. “Ha pronunciado tu nombre, eso significa que se ha fijado en ti”. Ya estaba mi parte soñadora enseñando el hocico. “Viste la sangre. Acaso crees que se hubiese fijado en ti si no es para beber tu san...” ¡Callaos las dos! No sabía a ciencia cierta que él fuese un vampiro pero había muchas pistas que indicaban eso.
- Bueno pues creo que no hemos empezado con buen pie una relación de amistad. Y todavía nos deberíamos aclarar muchas cosas el uno al otro. No se si… - Pero es que me estaba volviendo loca. Ahrel me hablaba, quería que fuésemos amigos y yo rechazaba su petición… Por mucho que me mintiese a mi misma, en el fondo sabía que él me gustaba y no todos los días alguien se me ofrecía a empezar una relación de amistad.
- Aún así piénsalo, por favor. Mañana en clase me dices tu respuesta. Al fin y al cabo creo que los dos no somos tan diferentes – y con esa frase me besó en la mejilla y con expresión triste se dirigió de nuevo hacia el bosque y la noche se lo tragó.
Tras ponerme el pijama y preparar la mochila para el colegio me tumbé aturdida en la cama. “Mañana en clase me dices tu respuesta”. ¡Guau! Ahrel, el chico más guapo del insti me hablaba. Y pensar que hasta hace unas horas ni siquiera me había fijado en él. Pero a qué se refería con aquello de que no éramos tan diferentes… ¿Y si era cierto? ¿Y si en realidad era un vampiro? Lo mejor sería consultarlo con la almohada…

Aquella noche soñé con una mansión, más bien un palacete. Se encontraba rodeada de árboles pero por la parte trasera se podía ver el mar. Estaba sobre un acantilado, y éste tenía un pequeño sendero por donde se bajaba a una playa de fina arena blanca bañada por las imperturbables aguas de mar. Era una casa preciosa. Pero ahora me encontraba en una habitación de paredes marfil y con grandes ventanales que daban al mar. Había una cama con dosel con una cubierta turquesa. La alfombra que reposaba en el suelo era aterciopelada de un tono azul que hacía juego con la cama. Encima de la cama se encontraba Ahrel, boca arriba y con mirada perdida. Su pelo castaño con destellos rubios brillaba a causa de los haces de luz de la luna. Y sus ojos morados y grises intentaban buscar una respuesta en el firmamento. A los pies de la cama descansaba un enorme lobo negro que dormía placidamente.
- La quiero. Sé que hay algo que nos une pero no la intereso. Ojala se diese cuenta de lo mucho que me gusta. La quería incluso antes de que nos encontrásemos esta noche. Las reglas no lo permiten, pero lucharé por ella.
Tras la puerta de la habitación una muchacha de cabellos rubios escuchaba el monólogo del joven vampiro y entró hecha una furia.
- ¡Qué te pasa. Ahrel! Me vas a dejar por una sucia bruja. No lo permitiré me escuchas, yo te conocía antes de que esa mocosa se cruzase en tu camino. ¿Vas a olvidar todo lo que hemos pasado por ella? – La última palabra la escupió como si le diera asco solo pensar en esa persona.
- Tú y yo no somos nada, Minerva. Sabes que solo he estado contigo para seguirte la corriente, pero en el fondo los dos sabíamos que no estábamos juntos. No vengas ahora a montar escenas de celos.
- Si piensas que esa entrometida me quitará lo que es mío es que no me conoces. Te aseguro que acabaré con esa bruja.
- ¡No te acerques a ella! – Gritó con tal furia que el lobo despertó y empezó a gruñir a la mujer que se alzaba ante ellos – Como le intentes, escúchame bien solo intentar, herir te aseguro que el único que acabará aquí con alguien seré yo y tú mi víctima. Y ahora vete porque no te quiero volver a ver.
La mujer se marchó con el ceño fruncido y las imágenes se volvieron más y más borrosas hasta que solo quedó la negrura del sueño.

¡Menuda nochecita! Aquel sueño me había perturbado, resultaba que ahora veía alucinaciones o… ¿sería la verdad? Mi abuela siempre hablaba de que algunas brujas podían ver el presente, lo que sucedía en otro lugar al mismo tiempo. Algunas veces había tenido esa especie de visión pero eran más borrosas y de gente que no conocía. Me propuse que esa tarde investigaría sobre el tema, pero ahora debía arreglarme o no llegaría a tiempo al instituto.
Tras prepararme, cogí el móvil que estaba encima de mi mesilla y fui al instituto. Debía darle una respuesta a Ahrel en clase… ¿Y que le iba a decir? Creo que lo mejor será improvisar. Al llegar al colegio busqué a Ahrel con la mirada pero no le encontré. Pero sí vi a Celia junto a Javi que charlaban animadamente en los pórticos del colegio. No me apetecía hablar con ellos así que me escurrí hasta clase procurando no ser vista. No solía entrar en clase antes de la hora pero aquel día no me vendría nada mal. Ya entraba embobada en clase y no me fijé hasta que me senté en mi sitio en que no me encontraba sola. Detrás de mí estaba Ahrel y solo tardo cuatro segundo en ponerse a hablar conmigo.
- Hola, Emma – Tenía una expresión preocupada pero intentaba confundirla con una sonrisa forzada.
- Hola. ¿Qué tal? – Sacaba los libros de clase como si aquella conversación fuese insignificante. Aun quedaban diez minutos para que la gente entrase en clase.
- Bueno, no he dormido nada. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, bueno en realidad solo una cosa.
- ¿Qué hay alguna chica? – Estaba claro, cada día me superaba a mi misma y era más masoquista. Pero puede que sacase algo en claro.
- Sí, y alguna que otra discusión por ella. – Una discusión por ella. Y en mi sueño Ahrel se había encontrado con “ella” en el bosque… Los hechos coincidían pero a lo mejor resultaba que yo me estaba haciendo ilusiones respecto a Ahrel. – ¿Has pensado ya la respuesta?
- Emm… Sí, me gustaría que nos conociésemos mejor pero deberíamos ser sinceros el uno con el otro – ya lo había dicho, y si el afirmaba me tendría que contar que pasó la otra noche y porque estaba manchado de sangre.
- Me parece buena idea. Aquí tienes mi móvil si alguna vez necesitas algo llámame a la hora que sea. ¿Te vendría bien quedar esta tarde un rato? – Y terminando la pregunto me entregó un trozo de papel con unos números perfectos que mostraban su número de teléfono.
- Sí, a las cinco y media podría quedar. ¿Te viene bien?
- Perfecto. Te pasaré a buscar a tu casa. – Y ahí acabó nuestra conversación pues tocó y la gente comenzó a entrar. Las horas pasaban lentas. No prestaba atención a la explicación de las clases, solo dibujaba en un cuaderno por la parte de atrás. Hoy dibujaba ojos intentando reflejar los de Ahrel. Me estaba volviendo rematadamente loca. Ahora iba detrás de los chicos, no era propio de mí. Y esta tarde había quedado con él.
Llegó la hora de salir. Estaba metiendo los libros en la mochila cuando una nota cayó pausadamente sobre mi mesa. La abrí y contemple la caligrafía. Era de Ahrel sin duda.

“Esta tarde te pasaré a buscar. Te contaré todo lo que quieras.
Ahrel “

Salí de clase todavía helada por la nota de Ahrel, tanto que ni me di cuenta de que Celia se quedaba atrás contrariada por mi actitud. Llegué a casa, comí y fui a mi habitación. Hice los deberes lo mejor que pude, pues mi mente no estaba por la tarea de hacer matemáticas. Y tras terminar los deberes me puse mi disco preferido a todo volumen y abrí el armario con la esperanza de encontrar algo apropiado.
Decidí que lo mejor sería ponerme unos vaqueros azules y una camiseta de tirantes lisa y de color gris. Me puse al cuello un collar que había pertenecido a mi familia desde hacía siglos. Era un pentáculo plateado y negro. Me dejé el pelo suelto y observé mi reflejo en el espejo gótico. Tenía los ojos grandes y de color castaño con tonos verdes. Mi pelo castaño caía por los hombros con alguna onda rebelde. Mis labios eran carnosos y por lo demás no tenía nada en especial. Ya sonaba el timbre cuando apresuradamente me puse los pendientes de aro pequeños, cogí el bolso de tela negro que también llevaba grabado un pentáculo. Dentro metí el móvil, las llaves, un pequeño cuaderno de notas con un bolígrafo y mi fiel átame. Bajé las escaleras de tres en tres. Paré en frente de la puerta, respire hondo y abrí. Preparada para lo que pasase aquella tarde y dispuesta a enfrentarme a cualquier secreto que ocultara Ahrel.

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dios, cuando te animas te animas en?? lol!

, ^_^ esperamos massss

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 16, 2008 11:37 pm

Bueno pues me alegro de que te haya gustado Faolin ^^ Jejeje asi k ahora mismo cuelgo el capítulo 3. Lo pongo en naranja xq mimi m dijo k se veia mejor... Y otra cosilla Mimi me ha dicho que ta bien redactao y que en general k eta bien pero que es muy cursi ((si no hy sangre, ni muertes, ni cosas d ese estilo todos los libros son cursis para ella verdad ?? )) El capitulo es el más largo de todos pero en comparacion a como le empece me ha quedao hasta bien xD
Espero vuestras opiniones

Capítulo 3: Secretos

- Hola – Allí estaba Ahrel de pie frente a mí esbozando una sonrisa preciosa. Llevaba unos pantalones negros y una camiseta de manga corta gris que dejaba ver sus musculosos brazos.
- Hola – respondí yo un poco azorada.
- ¿Nos vamos?
- Sí, claro. – cerré la puerta y me coloqué a su lado. La tarde estaba teñida de nubes grises que no dejaban ver el sol, aquel era mi tiempo preferido cuando estaba nublado. Durante una parte del camino no hablamos, nos dirigíamos hacia el bosque de la otra noche pero por lo demás estaba completamente perdida de cual sería nuestro destino.
- Bueno y hoy me vas a explicar porqué ayer apareciste con sangre en la boca, que posiblemente y, estoy segura de que no era tuya. – Fui yo quien terminó por romper el silencio aunque quizás de forma un tanto brusca.
- Si te lo dijese, probablemente no me creyeses o me tomases por un loco o peor, un monstruo – En su tono había un matiz de melancolía. Su respuesta no sació mi curiosidad que a cada momento aumentaba más.
- Sí te creería, no te puedes hacer una idea de lo que puedo llegar a creerme.
- Pero a lo mejor si te lo dijese tú ya no… -Y dejó la frase en el aire como si el final fuese un secreto que no debía contarme.
- ¿Qué haría yo?
- No, nada…
- Dímelo, por favor. No me conoces puede que no hiciese lo que tu puedas estar pensando.
- Tú te alejarías de mí – Entonces era cierto, yo sí le importaba. Su cara dibujaba una sonrisa triste que me hizo compadecerme de él. Esa respuesta con esa sonrisa hubiese desarmado a cualquier chica, y yo no me excluía de ese grupo. Puede que en verdad fuese una de esas pocas brujas que era capaz de ver lo que pasaba, pues el sueño coincidía con todo lo que había pasado.
- No lo creo. Como ya te he dicho mis barreras de lo creíble están muy lejos. – Pensaba que un nunca llegaría a decir su secreto pero me equivocaba con mis pensamientos.
- Soy un vampiro. – Pronunció la palabra tan bajo… Parecía que le daba vergüenza ser un vampiro. Por el contrario aquello me pareció fantástico, yo amaba a los vampiros. Me enloquecía aquel tema. Era simplemente fantástico.
- Bueno, y ¿Qué?
- Acaso no te doy asco. Soy un ser repugnante. Me tengo que alimentar de la sangre de otros seres y vivir recluido por ser un bicho raro. Mi raza ha sido perseguida durante siglos por fanáticos religiosos y con razón. Nosotros no deberíamos existir. – Pronunció la última palabra con mucho énfasis para que no pasara desapercibida. Él se odiaba a sí mismo aunque era una criatura fantástica.
- No lo veo de esa forma. Los vampiros son criaturas fantásticas. Son humanos pero digamos que con otro tipo de “dieta”. Pero claro está que aquellos que solo cazan por necesidad y solo a muertos o a animales. – Ahrel cada vez abría más los ojos, mientras yo caminaba tranquilamente entre la maleza del bosque. Desde que era pequeña siempre había querido conocer a un vampiro de carne y hueso. Los príncipes de la noche, los no-muertos… Y por fin mi sueño se había cumplido, pero traía un extra, Ahrel. Él era genial, era diferente a los demás chicos: era sensible, guapo, inteligente y sobre todo me podía comprender. Mis antepasadas también fueron perseguidas durante mucho tiempo por fanáticos y quemadas en hogueras purificadoras del alma, no éramos tan distintos.
- Vaya nunca pensé conocer a alguien que pensará de esa forma tan… inusual. Debes de llevar una vida completamente diferente a las demás personas. Nadie piensa como tú a no ser de que sean otro tipo de criaturas como nosotros, un insensato o esté loco – Y mientras pronunciaba me miraba disimuladamente, tal vez para ver si mostraba algún rasgo de locura.
-Y creo que tú no eres ningún vampiro y eres demasiado responsable… -
- Vamos me puedes llamar loca sin andarte con tantos rodeos ¿sabes? – Me desconcertaba hasta hace un momento estaba preocupado por mí y ahora me tomaba por loca. Bufé. Los chicos eran un saco de sorpresas.
- No quería insinuar eso… pero dame la razón en que eres un tanto diferente. –
- Yo no bebo la sangre de nadie – Solté de improviso, ni siquiera lo pensé y a los dos segundos me arrepentí de haberlo dicho puesto que Ahrel fruncía los labios y entrecerraba los ojos. Ahora ya no me miraba.
- Yo… Lo siento, Ahrel. No era mi intención, sabes que no pienso eso.
- Tienes razón. Mi existencia se basa en la muerte de otros. Mi vida no vale para nada.- Lo decía con tanta decisión que incluso me hacía sentirme igual de mal.
- No es cierto. Tú te mereces vivir. Y yo no creo que tú seas uno de esos vampiros que cazan por diversión o matan por orgullo. Tú eres diferente a todos los demás. – La última frase se quedó bailando en el aire. Eso lo había dicho por mis sentimientos hacía él, que al parecer cada vez me daba cuenta de que me gustaba más. No hubo otra palabra hasta que llegamos al final del boque donde se extendía una extensa playa de arena blanquecina y limitada por barrancos erosionados. Hasta la orilla había una gran distancia y allí era donde iban a morir las olas. Mientras recorría el horizonte con la mirada me topé con algo que no esperaba. A la derecha había una pequeña península con acantilados rocosos. Y encima se encontraba un campo verde con una mansión encima. Era parecida a un palacete pero más moderna. Y cuando me paré a observarla vinieron a mí imágenes. La casa al anochecer, una habitación, Ahrel, la discusión… Era la casa de mi sueño. Y si no me equivocaba debía de ser el hogar de Ahrel.
Comenzamos a andar en sentido contrario a la casa. La playa se teñía de rojo y naranja a nuestro paso mientras el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, tragado por las aguas en calma del mar. El silencio que nos envolvía no era para nada incómodo, disfrutaba de cada segundo con Ahrel y no necesitaba palabras. Después de un rato cuando ya anocheció, y tras haber vuelto al lugar donde el bosque terminaba, comencé a hablar de nuevo.
- Siento lo de antes, Ahrel – sabía que él me había perdonado pero aún así no me sentía bien, mi sentido de la culpabilidad siempre me terminaba volviendo a atacar.
- No estoy enfadado contigo.
- Lo sé, pero me siento mal porque creas que no vales nada, sabes que no es cierto.
- Emma, los dos sabemos que los vampiros son “seres” que no debían de haber existido. Son odiados y quizás por eso aparecieron, por el odio humano. Pero en el fondo ha servido si gracias a ello te he podido conocer. - ¡Qué dulces sonaban esas palabras en su boca! Parecía increíble que alguien como él se fijase en mí. Un vampiro y una bruja. ¿Acaso esa unión podía ser posible? Mi familia había luchado contra seres malvados durante muchos siglos pero los vampiros eran respetados. Hacía ya tiempo que habían adoptado una forma de vida diferente a sus progenitores. Ahora ya no cazaban humanos por diversión, solo se relacionaban con ellos. Su alimentación de sangre humana fue sustituida por sangre de animales, algunos incluso, los más radicales, bebían la sangre de los recién muertos
- Pero actualmente los vampiros no beben sangre de humanos, la han sustituido. No veo nada malo en eso. – Era muy cabezota en algunos sentidos, pero en esta ocasión sabía que tenía razón y nadie me la iba a arrebatar.
- Veo que conoces mucho a mi raza. Y creo que es la hora de que me digas cuál es tu secreto ¿No? – Era mi turno, si él había cumplido su parte ahora me tocaba a mí. No iba a mentirle pues un vampiro y una bruja eran, en cierto modo, almas compatibles.
- Soy una bruja. Y ayer por la noche estaba practicando magia por eso llevaba mi Átame. - Hubo un breve silencio que me tomé para poner en orden mis ideas, y continué – Cada noche voy al bosque a practicar la magia, pues mi madre aún siendo bruja no quiere que entregue mi vida a la magia como hizo mi abuela. Y en lo relacionado al resto de mi familia provengo de una larga raza de brujas pertenecientes al Clan del Lobo. – Y así acabé el breve resumen de mis raíces.
- Vaya, una bruja. Me lo imaginaba. Mis antepasados tuvieron una gran relación con las brujas, se protegían mutuamente a raíz de que negociaran dejar de beber sangre humana. Pero las brujas han sido más perseguidas que los vampiros porque se creía que eran portadoras del diablo – Ahrel sabía mucho de brujas, esas historias siempre me las había contado mi abuela cuando era pequeña. “Nunca te fíes de los demás Emma, una bruja no es bien recibida en la sociedad”. Y jamás le había contado a nadie mi secreto, salvo a Ahrel, y estaba segura de que él no se lo contaría a nadie.
Ya habían pasado cuatro horas desde nuestra salida y nos dirigíamos hacia la península con el palacete, pero antes de llegar al acantilado Ahrel se sentó en la arena, mirando al mar. Yo le imité y me agarré las piernas posando mi cabeza en las rodillas, como hacía siempre que quería desconectar. Amaba el mar. No podía imaginar una vida sin estar cerca de él.
- La casa de ahí al lado es donde vivo. – Y Ahrel señaló la mansión con una sonrisa que entrañaba cariño.
- Es muy bonita. ¿Vives solo? – La pregunta era un tanto privada pero no se me ocurría que decir. Cuando anochecía, mi cerebro empezaba a ralentizarse,
- No, vivo con seis vampiros más y… bueno alguna presencia más hay en la casa – Intentó reprimir una risa. Aquello me desconcertó. Decía que vivía con seis vampiros y alguna presencia… Bueno no era muy relevante.
- Vaya, sois bastantes. Creo que no he visto a nadie más de tu familia.
- Puede que hayas visto a Violet y Will. Ellos dos también van al instituto. Will a un curso superior y Violet a nuestro nivel pero a otra clase.
- Pues no se quien son. Mañana me fijaré quienes son. ¿Son novios? – otra pregunta indiscreta. Tenía curiosidad por saber más acerca de su familia.
- No, somos “hermanos”. Will y Violet nunca podrían estar juntos son demasiado diferentes y aunque siempre están discutiendo, en el fondo se quieren un montón. Los tres tenemos un vínculo muy fuerte. El resto de la familia está formada por Dereck y Lily, que son los cabezas de familia y los vampiros de más edad aunque aparentan no más de 30. Karen y Nick son mis “tíos”. Karen es la hermana pequeña de Lily, las dos fueron convertidas al mismo tiempo. Nick conoció a Karen cuando ya estaban los dos convertidos y llevan juntos, que yo recuerde, más de un siglo. – Ahrel hablaba de su familia de tal forma que solo con oírlo se sabía que estaba muy unidos a ellos.
- Pero también has dicho que vivías con otras “presencias”.
- Sí, pero para conocerlas hay que ir a la casa – Y esbozó una sonrisa maliciosa, que dejó ver sus dientes, tan blancos como la luna.
- ¿Y Minerva? – Aquella pregunta brotó de mis labios con rapidez, mientras preparaba las defensas en mi cerebro para admitir una respuesta que me imaginaba.
- Ella ya no está con nosotros. Vive con otros vampiros en otro lugar. Es muy distinta a nuestro clan y ha habido diferencias. – Ahrel calló, dando a saber que no quería hablar del tema. Así nos levantamos de la arena y nos adentramos en el bosque, mientras cientos de preguntas se agolpaban en mi mente. Cuando llegamos a mi casa nos colocamos de cara a la puerta trasera de la casa, como la otra noche. Esta vez de forma muy diferente. Ya no había secretos.
- ¿Te apetecería venir mañana por la tarde a mi casa, Emma? – Ahrel pronunció aquellas palabras con una timidez que se transparentaba en su voz.
- Yo… No creo que le cayese bien a tu familia y además soy una bruja, Ahrel. – Quería más que nada conocer a su familia pero no estaba del todo segura.
- Entonces lo hablamos mañana, pero estate tranquila les caerás bien a todos y bueno ya les he hablado de ti a todos. Ellos están muy emocionados pero Will y Violet están realmente insoportables con eso de conocerte.
- ¡¿Les has hablado de mí?! - ese grito sonó por todo el bosque y automáticamente me tapé la boca con una mano asustada por mi propia reacción y ante la divertida cara de Ahrel.
- Sí, son mi familia. Bueno mañana lo hablaremos. Si quieres te paso a buscar por la mañana para ir al colegio.
- Sí, claro – estaba en estado de shock. Me iba a presentar a su familia y ellos me querían conocer.
- Pues hasta mañana las siete y media - Se acercó a mí y me besó tiernamente. Y otra vez la noche se lo tragó en su inmensa oscuridad.
Entré en casa y subí las escaleras hacia mi habitación. Me arreglé para ir a la cama realizando la rutina diaria: ponerme el pijama, preparar la mochila, lavarme los dientes… Me senté con las piernas cruzadas sobre la cama mientras marcaba el número de teléfono de Celia. Se lo contaría todo. Al menos la parte de la cita con Ahrel, lo otro no debía contárselo, ahora no debía. Mi amiga Celia, la bruja del Clan del Lobo, mi compañera de infancia… Y entre mis pensamientos sobre Celia y yo, su teléfono se descolgó y contestó una voz femenina con cierto tono de reproche.

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 16, 2008 11:45 pm

Un fallo. Como no lo repase antes d colgarlo hay una repeticion

"-Pues no se quien son. Mañana me fijaré quienes son. ¿Son novios? – otra pregunta indiscreta. Tenía curiosidad por saber más acerca de su familia.

La cosa sería así.

" Pues no se quien son. Mañana me fijaré en ellos. ¿Son novios? – otra pregunta indiscreta. Tenía curiosidad por saber más acerca de su familia."

Lo siento

Cantidad de envíos : 17 Edad : 31 Fecha de inscripción : 03/02/2008

WOOOOOW!!

ME ENCANTAAA!!

SIIIIIII!! Ya me lo he leido enterito!

Y por supuesto necesito máas!! máas!!!

Me ha encantado eso de que soy la amiga de Emma... soy tu confidente!! Y aquí estoy para que me llames y me cuentes tus hazañas de brujería...y tus citas con Ahrel xD!!

Yo también quiero uunoo!! Aunque con Edward me conformo

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Lun Mar 17, 2008 5:19 pm

Juptas, yo tngo k aparecer... Sad

Pero wenu, a mi d cursiladas no, eh??
K t pego...

Cantidad de envíos : 52 Fecha de inscripción : 03/02/2008

jajajajjajaj viva viva otro masssss prontooooo bounce

PD: si quieres cambiar un mensaje una vez enviado, en el amrgen superior derecho del mismo pone editar, le das y ya lo puedes modificar Very Happy

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Lun Mar 17, 2008 6:08 pm

Y eso a que viene?? Question

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Lun Mar 17, 2008 6:46 pm

Faolin gracias por el aviso, Ya lo sabía pero no cai en la cuenta jejeje es que por la noche las neuronas no reaccionan adecuadamente.

Veo que ya tengo algunos fans K ilu!! xD A ver si hoy escribo un poco y puede que para el miércoles (aunque lo dudo) cuelgue el cap 4.

Gracias por poner vuestras opiniones

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Citación :: Y eso a que viene??

Porque como dijo que habia tenido un error, por si lo queria corregir

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Mar Mar 18, 2008 4:24 pm

am... oki

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Vie Mar 21, 2008 10:25 pm

Aquí os cuelgo el capítulo 4. Ayer le acabé pero quería darme un margen para adelantarme porque ahora ya voy por el 6 jejeje. Gracias por firmar!!

Capítulo 4: Los hermanos

- ¿Quién es? – Celia estaba medio dormida y su voz no se mostraba demasiado amable con su interlocutora.
- ¡Celia! ¡Soy yo!
- ¿Emma? Qué haces llamándome a estas horas. Son las doce y mañana tenemos clase y como estudiante que soy tengo que dormir nueve horas – Celia siempre era así. Podía estar dormida pero te daba discursos para que al final terminases dándole la razón por pesada.
- ¿No son ocho?
- Para mí son nueve ¿Algún problema? Bueno no creo que me hayas llamado para preguntarme sobre mis horas de sueño así que suéltalo que quiero irme a dormir. – Siempre me pasaba lo mismo cuando llamaba a Celia, me iba por la transversal olvidando el motivo realmente importante, y esta vez no fue menos.
- Está bien pero te aviso de que es largo y sorprendente – Y con esta frase empecé a narrarle a Celia todo, con pelos y señales con las mimas palabras de Ahrel y como me sentía en esos momentos. Y terminando la conversación con un simple «Adiós» colgué el teléfono y me tumbé en la cama. Donde me quedé dormida enseguida por todo lo ocurrido en aquel extraordinario día.
Esa noche soñé con vampiros y brujas, pactos en el pasado, matanzas y muertes injustas, pero más allá soñé con amor y amistad. Las imágenes se volvieron cada vez más confusas hasta que solo quedó una mansión en una península que penetraba orgullosa en el mar y cada vez me acercaba más a la puerta… Y todo se terminó desvaneciendo dejándome con la sensación de que mi futuro se encontraba en su interior.
Otra noche que soñaba. Los sueños eran cada vez más recurrentes. Cuando me levanté los tímidos rayos de sol ya asomaban entre las rendijas de la persiana. Mientras cumplía con la rutina matutina pensé en el día que me esperaba. Mi vida había pasado de ser rutinaria a tener cada día algo más emocionante que el anterior. A este paso quien sabe qué me podría esperar mañana. Cuando ya estuve preparada me di cuenta de que llevaba diez minutos de ventaja a Ahrel que hasta las siete y media no pasaría a buscarme. Con el abrigo puesto y la mochila a la espalda encendí el equipo de música. Ya sonaba la tercera canción cuando el timbre de la calle ya comenzó a sonar. Cogí mi móvil y bajé las escaleras, otra vez de tres en tres preparada para encontrarme con un radiante Ahrel. Me estaba esperando en su flamante Audi, que más tarde me enteraría de que era un R8. Subí al coche esbozando una débil sonrisa, intentando que fuese creíble para que no se notase mi nerviosismo.
- ¿Qué tal estás? – Ahrel tenía un aspecto magnífico, vaya novedad, y ya arrancaba el coche cuando yo le contesté.
- Bien. Una noche un poco intranquila pero por lo demás bien. – Y no le mentía aunque le ocultase parte de la verdad si no le decía que era un saco de nervios.
- Me alegro. Espero que hayas venido con fuerzas porque hoy vas a conocer a mis hermanos y son un poco pesados. Han llegado a decirme que si no os presentaba hoy mismo que me dejaban de hablar por toda la eternidad – Ese comentario hizo que los dos nos riésemos durante el resto del camino hacia el instituto. Cruzábamos los bosques que rodeaban el pueblo a gran velocidad y llegamos al colegio en cinco minutos.
Aún nos reíamos cuando bajamos del coche pues Ahrel me había contado las aventuras con sus hermanos y porque le iban a dejar de hablar.
- Voy a ver que no se impacienten Violet y Will así que me adelantaré no entres demasiado corriendo que se tirarán encima de ti para inmovilizarte – Y me guiño un ojo mientras entraba raudo al instituto. Yo me dirigí hacia el portón sin demasiadas ganas de ir a clase cuando una sombra se cernió sobre mí y me golpeó con tanta fuerza que me tiró sobre el césped que había al lado del edificio.
- ¡¡Estás saliendo con Ahrel Vanhea y no me dices nada hasta ayer!! – Celia, quien si no, estaba dando gritos entre divertida y enfadada.
- Quieres hablar más bajo – No quería que nadie nos escuchase y medio colegio estaba mirando así que le hice un gesto de silencio – No estoy saliendo con él – Ya me había puesto en pie y empezaba a entrar por la puerta para encontrar a Ahrel. Pero a Celia no la daría esquinazo tan fácilmente.
- Pero habéis tenido una cita. Todo llegará. Oye y qué es eso de que te va a presentar a tus hermanos.
- Pues que ahora mismo nos estamos acercando a Ahrel junto a sus hermanos y de esta no te libras – Una sonrisa malévola se dibujo en mi rostro mientras Celia intentaba soltar algún reproche que nunca llegó a nacer de sus labios.
- Hola – Me sonrojé un poco pues Will y Violet me miraba sorprendidos y con una expresión que no supe descifrar.
- ¡Ay! Esto… Hola – Ahora hablaba Will tras un codazo de Ahrel un tanto inoportuno – Perdona es que bueno creía que tú ibas a ser… bueno que no ibas a ser tan guapa. Hermanito, tenías razón esta muy bien y su amiga está buenísima - En el último comentario Will se esforzó por no decirlo en voz demasiado alta, aunque yo capté todo, incluido lo de Celia. Will tenía una media melenita de color azabache y unos ojos grises y profundos. Era alto y fuerte al igual que Ahrel pero en su rostro había una expresión más traviesa que la de su hermano. El resto de su cuerpo era perfecto, como el de todos los vampiros.
- Genial, Will… Bueno yo soy Violet como habrás deducido. – Y se acercó y me dio dos besos. Violet era una chica de estatura media a la que yo sacaba media cabeza. Su pelo negro y liso caía hasta los hombros con un mechón naranja que se encontraba en su flequillo escalonado. Tenía los ojos azules, casi de un gris desteñido. Will y ella contrastaban en su forma de vestir. Will llevaba unos vaqueros y una camiseta gris algo ancha con estampado en blanco, por el contrario Violet llevaba otros vaqueros pero más oscuros y una camiseta de tirantes negra y naranja, en su brazo tenía una muñequera negra. Mientras les observaba nos habíamos metido en una conversación en la que incluso participaba Celia, aunque de forma más apartada con Will. Los dos reían y me dije a mí misma que aquello se lo recordaría más tarde.
- Ahrel te tenía muy bien escondida menos mal que le convencí para que nos presentase. Esta tarde tienes que venir a la casa y no me vale ningún “pero”. ¿De acuerdo?
- ¿Acaso tengo otra opción? – Violet y yo reíamos como si fuésemos amigas íntimas, congenié muy bien con ella pero lamentaba que no estuviese en mi misma clase. Sonó la campana y Violet se despidió con un abrazo efusivo y Will me guiñó un ojo teatralmente mientras decía en un tono cómico.
- Bueno esta tarde en nuestra casa, pero creo que Ahrel preferirá estar paseando por la playa… - Y se marchó silbando una melodía mientras no apartaba los ojos de Celia, y ésta de él. Ahrel, Celia y yo entramos en clase. El resto de la mañana pasó sin ninguna anécdota digna de recordar salvo que Celia, que se sentaba paralela a mí, no dejaba de garabatear «Will» en un trozo de papel, mientras yo testigo de ello intentaba controlar mi risa.
Las clases finalizaron y a la salida del instituto nos reunimos en un pequeño grupo los hermanos Black, Celia y yo.
- Emma, esta tarde Ahrel pasará a buscarte a las cuatro y media a tu casa para que vengas a nuestra casa y no aceptamos un «No» por respuesta. – Estaba claro que si Ahrel no me iba a buscar Violet me llevaría a rastras si fuera necesario.
- Celia tú ven también que las dos estáis invitadas – Esta vez fue Will quien habló y Ahrel, Violet y yo miramos hacia otro lado ocultando unas tímidas risas que delataban nuestros pensamientos.
- Sí, por supuesto. – Celia estaba sonrojada, lo que jamás creí poder ver en mi vida pues era mucho más lanzada que yo. Y sin más nos despedimos quedando a las cuatro y media en mi casa con Ahrel a Celia la iría a buscar Will
Cuando llegué a casa comí rápidamente sin saber muy bien que hacía. Mis pensamientos se encontraban en la casa y mi mente se llenaba de cientos de preguntas. Fui a mi habitación a cambiarme de ropa y prepararme lo que iba a llevar esa tarde. Me quedaba aun unos minutos hasta que llegase Ahrel así que no me apresuré eligiendo. Cambié mi ropa por unos pantalones negros y una camisa blanca por fuera algo moderna pero elegante. Me solté el pelo y preparé el bolso. Puse mi Átame, la cartera, mi cuaderno pequeño con el bolígrafo para poner notas y guardé dentro el móvil. Y así bajé a esperar en el hall hasta que llegase Ahrel pero ni siquiera pude esperar pues se encontraba en el umbral de la puerta sonriendo.
- ¿Qué tal está mi bruja preferida? - Tenía los ojos más bonitos que jamás había visto y me comprendía lo cual no hacían demasiadas personas.
- Genial. Aunque un poco nerviosa.
- No te preocupes mientras yo esté allí no te comerán – Y puso una cara de “salvador” que hizo que sonriese pero no que olvidase a mis insoportables nervios.
- No es eso, Ahrel lo que pasa que no sé si encajaré con ellos.
- Emma, a Will y a Violet les caes muy bien. Si no vas esta tarde creo que me matarían o torturarían y pueden llegar a ser realmente crueles. Y a los demás les caerás bien, confía en mí. – No, si en él sí confiaba, pero en mí era otro cuento. Aunque estaba claro que si Celia estaba a mi lado la cosa no seria tan dura. Aunque bien pensado ella estaría ocupada con su propio vampiro. Mi otro refuerzo era Violet con quien aun no tenía demasiada confianza pero estaba claro que ella quería emprender el camino de una amistad.
Entramos en el coche hablando de cosas como las clases, anécdotas de nuestras vidas… Pero nuestra conversación no duró mucho pues su casa estaba muy cerca de la mía y la entrada me dejó sin aliento. A los dos lados de la carretera había árboles frondosos y se entraba al recinto a través de una puerta de rejas negras custodiadas por dos lobos. Cuando ya penetrabas en la península se podía observar el mar y como sus elegantes olas acariciaban la arena de la playa y en medio de aquel espectáculo la mansión. A su alrededor también había jardines y algunos comunicaban con los bosques cercanos. Ahrel condujo hasta el garaje que se encontraba en el ala izquierda de la casa. Cuando bajamos del coche Ahrel me cogió de la mano y dirigiéndome una dulce sonrisa me dijo.
- Todo irá bien – Y así fuimos por la parte delantera de la casa. Más allá de la casa había un coche negro aparcado en la linde del bosque. Y justo a su lado una pareja que reconocí al instante. Eran Will y Celia. En aquella imagen había algo que a mí me sorprendió, quizás gratamente pero a Ahrel le turbó. Will tenía la boca puesta en el cuello de Celia pero no vi ningún peligro. La familia de Ahrel controlaba sus impulsos de la sed. O al menos eso creía.
- ¿Son…? – Pregunté sorprendida
- Sí, son ellos. – me respondió Ahrel con un matiz en su voz que me advirtió de que Will estaba haciendo algo mal.

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Sáb Mar 22, 2008 10:56 pm

Me encanta!!! Escribe mas rapido... Oye, cuando puedas, pasate por el mio a ver si te gusta... Es un poco rancio.
Oye, me encanta que la gente me haga caso...
¿Ves como queda mucho mejor en naranja?
Por cierto, yo te ayudo a corregir los fallos y por eso voy ediciones mas adelante... Smile

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 23, 2008 12:57 am

Te dire una cosa ya k por msn no m contestas..
¿¿sabes lo dificil k es creer k en realidad t gusta siendo una historia ams bien empalagosa y k no es un best-seller??? Y digo eso sabiendo k tu dices las cosas a la cara como m dijist lo d k era empalagosa xD

Si, he leido tu historia... La "famosa" historia k no m hs contado k has escrito... Mmmm ya puedes ir buskando razones convincentes para explicarmelo o cuando nos veamos llamare a Marisa y yo ire con el portaminas ç

Tercero no puedo escribir mas rapido , si no hay inspiracion no la hay. Pero se hace lo k se puede y n t kejes k sabes mas k nadie d k va la cosa k vas adelanta xD

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 23, 2008 1:58 am

1º Me gusta. Ahora que lo empiezas a arreglar un poco...
2º Me he puesto a escribir esta misma tarde y no estabas conectada. Todavía no sé telepatía, ¿Sabes?
3º Voy a llamar a las musas Very Happy

4º Gracias por tu opinion!!

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 23, 2008 9:51 pm

Eiiii he estado leyendo tu historia y me he quedado en el capi 4 xq sinceramente la letra naranja me va a dejar cegata, esta muy bien, no es nada cursi, porque entonces la mia ya es la mas cursi que hay. Bueno que decirte, que senota que t lo has currao tela, y esta genial me encanta, escribes genial.

Y una preguntilla, ¿porque un dia no hacemos intercambio d vampiros yo te dejo a mi Drake y tu m dejas a tu Ahrel? jajajjajaa. Weno que sigas y q esta genial. Byeee

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Dom Mar 23, 2008 11:35 pm

Gracias!!! ^^ Ya cambiare el color a ver cual pongo kizas blanco k no hace daño y se ve bien xD

El intercabio... mmm se pensara Drake... Pero solo por un tiempezuko eing?? jajaja

Ya termine el cap 6 pero son 9 hojas asi k ira a caxos para darm tiempo a escribir mas k nada =P

Gracias por comentar!!!

Tema: Re: Venganza de Sangre (Título provisional) Mar Mar 25, 2008 3:55 pm

Capítulo 5 a ver que os parece.

Capítulo 5: La familia Vanhea

Capítulo 5: La familia Vanhea

Ahrel tosió un poco, algo que la distancia en que se encontraban Will y Celia no se debía oír pero Will rápidamente se separó de Celia y miró en nuestra dirección. Se soltaron de la mano y fueron hacia nosotros y cuando nos encontramos yo miré a Celia de forma divertida y ella se volvió a sonrojar. Me llegué a plantear si no estaría enferma pero lo descarté pues siendo bruja era complicado que enfermase.
- Nosotros entraremos luego, Ahrel. – Will no miró a Ahrel a los ojos lo que me infundó sospechas de que Will había infringido alguna norma.
- Será mejor que entremos para que la situación no se vuelva más incómoda aún. – Y Ahrel dirigió a Will una mirada llena de furia que no supe comprender.
En hall era enorme, tenía numerosas lámparas de araña en los altísimos techos. A los dos lados de la entrada había arcos que conducían a varias salas. A la derecha estaba el salón y a la izquierda una especie de biblioteca. Y en el centro de la entrada una escalera de marfil que llevaba a un piso superior. Las paredes eran de un color caldera que daba la sensación de calor, lo que contrastaba notablemente con la apariencia de los vampiros. Tenía los nervios a flor de piel. La sangre se agolpaba en mis venas y mi corazón… Mi corazón iba tan rápido que era casi imposible que nadie lo estuviese oyendo. Ahrel notó como mi respiración se aceleraba y me tomó de la mano. Ahora todo se paró. Ya no tenía pulso. ¿Cómo era posible que solo con darme la mano me alterase tanto? Me daba incluso miedo. Él en solo dos días se había convertido en el centro de mi vida y eso me asustaba. Se acercó a mi oído y me susurró «Todo irá bien. Ellos te quieren conocer.» Y cuando terminó la frase varias siluetas comenzaron a adentrarse en aquella atmósfera vampírica. Pude ver como un hombre de apariencia joven se acercaba a mí. Tenía los ojos púrpuras y el pelo de un castaño con destellos rubios. Podría haber afirmado que era el padre de Ahrel de no ser porque conocía las historias de vampiros.
- Bienvenida, Emma. Es un gran honor conocerte, yo soy Dereck. – Me dio la mano y señaló a una mujer alta de cabellos negros y rizados que apareció a su lado – Esta es Lily.
- Encantada, Emma. Yo conocí a tu abuela, era una gran mujer. Lamenté su perdida. Pero en tus ojos veo que su legado sigue presente en ti.
- Me alegro de conoceros a los dos. – Y Lily me dio un cariñoso abrazo, aunque su gélido tacto me provocó un pequeño escalofrío que afortunadamente Lily no se lo tomó a mal. – Más figuras se acercaron. Eran una pareja que venían agarrados de la mano. Él era alto y rubio. Igual de musculoso que todos pero él daba la impresión de ir a un gimnasio. Ella era más menuda y de cabellos pelirrojos. Los ojos de los dos eran azules y daban la impresión de tener veintipocos años, la verdad que para mí tenían veinte nada más.
- Qué ganas de conocerte, Emma. Yo soy Karen, la hermana de Lily. Una bruja…Creí que jamás conocería a una auténtica descendiente de los lobos. – Y me dio un fuerte abrazo que me arrebató durante un momento el aire. A mi lado Ahrel reía disimuladamente. Le dirigí una mirada de odio para que parase, pero terminó por contagiarme su risa.
- Encantada, Karen.
- Yo soy Nick, Emma. No soy tan efusivo como mi mujer así que no te asustes yo no te cortaré la respiración, aunque puede que con mi talante si te arrebate el aire. – Y haciendo un gesto de “chulería” me dio un abrazo mientras el resto reía a carcajadas.
- ¿Y Violet? ¿No está? – Me sorprendía que preguntase por ella, ni la conocía pero me era realmente encantadora.
- Sé que soy imprescindible pero dame un minuto para adecentarme. – Y sin previo aviso una silueta se abalanzó a mi espalda para abrazarme.
- ¡Jo! Creía que no estabas y estaba pensando en como acabar contigo cuando te viese – Me desenvolvía tranquila entre aquella familia, puede que el lazo de tantas generaciones de brujas y vampiros me uniese a ellos o simplemente que me habían acogido con los brazos abiertos.
Dereck y los demás ya estaban alejándose de nosotros para dejarnos algo de intimidad a Ahrel y a mí pero Nick pasó por mi lado dirigiéndole una mirada malévola a Ahrel.
- Si quieres mi teléfono simplemente pídemelo. Karen es muy comprensiva y no te preocupes por Ahrel, siempre he podido con él.
- No quiere conocer a vampiros con el ego subido, Nick. ¡Qué pensaría Karen!
- Qué Nick puede hacer lo que quiera, después se las tendrá que ver conmigo. – Karen hablaba desde el salón y lo decía con un tono despreocupado. Aquella familia me caía realmente bien.
- Bueno ahora Nick si nos dejases…
- No he contestado aún, Ahrel - Y éste me dirigió una mirada sorprendido. – Si necesito algo te aviso, Nick.
- Esta chica me cae bien, Ahrel.
Y cuando Nick se metió al salón Ahrel me condujo al piso de arriba sin decir una sola palabra. El silencio se volvía cada vez más incómodo hasta que yo le rompí.
- ¿Te has enfadado? – Una nota de pánico al enfado de Ahrel se me había escapado. Ahrel me sonrió de forma traviesa y se esfumó. Yo me volví a todos los lados. Estaba en medio de un pasillo que se me antojaba infinito sin Ahrel. Había unas diez puertas más o menos y alguna armadura custodiaba la pared entre algunas puertas. Anduve hacia la parte derecha del pasillo sin descuidarme un momento. Aquel pasillo se me antojaba peligroso, sabía que Ahrel me daría un susto de un momento a otro. Y llevada por un extraño poder de magnetismo me dirigía a la puerta del final. Y entré. Todo estaba en la más absoluta penumbra. Las cortinas cerradas y nada se movía. Notaba que había algo en la habitación. Y ese algo me observaba.
- ¿Ahrel? No tiene gracia que desaparezcas. – El silencio - ¿Ahrel?
Y la sombra se abalanzó sobre mí empujándome hacía una cama que había en la izquierda. Y a una velocidad escalofriante volamos en el aire y caímos en la cama a la vez que la sombra posaba sus labios en mi cuello. No tuve ni fuerzas para gritar.
- No estoy enfadado. ¿Acaso me vas a dejar por Nick? Él esta comprometido y no te trataría tan bien como yo. – Seguía teniendo la boca en mi cuello y me susurraba. Su aliento era enloquecedoramente dulce. Me helaba las venas pero ese no era un problema que se me antojase como principal preocupación.
- Tienes celos. – Me costaba articular las palabras. Ahrel estaba demasiado cerca de mí y otra vez la sangre se movía rápidamente subiendo y bajando por la yugular. Aunque yo sentía como si el tiempo se hubiese detenido, todo había parado dándonos un margen de tiempo a nosotros dos.
- No, no tengo celos.
- Y cambiando de tema ¿Me vas a dejar levantarme? – Intentaba parecer tranquila y relajada pero sentía como las paredes se acercasen más y más impidiéndome respirar.
-Sí, perdona. A veces no me controlo – Y se levantó. Sus ojos púrpuras y grises brillaban con la luz que había en la habitación. Mi pulso iba reduciéndose poco a poco hasta recuperar el ritmo normal.
- Y esas presencias de la que hablabas… - Aún no había visto nada extraño a parte de un clan de vampiros, que el hermano de Ahrel tenía su boca sobre el cuello de Celia, que yo me encontraba a gusto en aquella casa… Vamos todo lo atípico para cualquier persona para mí resultaba ser lo más cotidiano. Cada día me daba cuenta de que era muy rara y que aquello que empezó como pequeños indicios de rareza iban en aumento.
- Debemos ir al ático para llamarla y luego puede que conozcas a Rose. – Ahrel me tomó de la mano y salimos de su habitación. En el pasillo reinaba el mismo silencio solo roto por mis pasos pues Ahrel se deslizaba sobre el suelo. Llegamos a la otra punta del pasillo donde había una puerta justo enfrente a la habitación de Ahrel y me dijo que era la de Dereck y Lily. Al lado había un pequeño hueco donde encajada había una escalera de madera. Subimos despacio, Ahrel se amoldó a mi ritmo para evitar dejarme atrás. Emergimos por una cavidad que daba a el ático. Todo estaba forrado de madera y el techo hacia dos aguas tal y como era el tejado. Al fondo había una gran ventana que daba al mar y era circular. El resto del ático estaba cubierto de baúles, estanterías y cajas con algún que otro sofá. Ahrel me subió elevándome en el aire y me posó en el suelo. Se colocó a mi lado y empezó a hablar.
- Kiara, sal. – Ahrel hablaba al aire invocando a alguien
El aire se volvió más frío y espeso. Llenaba mis pulmones de forma cansada y ello llevaba que la sangre se me congelase. Ahrel percibió que estaba tiritando y me acercó a su cuerpo para infundirme calor. No fue muy acertado pues él estaba todavía más frío pero al menos me sentía segura. Una imagen comenzó a tomar forma en mitad de la sala. El cristal del fondo empezó a empañarse. La silueta fue tomando forma y color. Era una chica de unos quince años, morena de pelo corto. Llevaba una camiseta de tirantes negra con un símbolo de alguna serie que no logré adivinar cual era. Llevaba unos vaqueros y unas playeras blancas y negras. Puede que fuese muy simpática pero en ese preciso instante su cara no mostraba ninguna alegría.
- ¡¿Qué demonios quieres, Ahrel?! Estaba viendo XXX Holic y estaban matando a la gente… Así que dispara o me largo de aquí
- Te quería presentar a Emma. Ella es…bueno una amiga – Un amiga… Sonaba bien pero no tanto como «MI novia». El espectro se acercó a mí y me observó de pies a cabeza.
- Am, pues hola
- Encantada de conocerte, Kiara. – La cosa estaba cristalina, si yo no comenzaba a hablar con ella, Kiara no haría anda por remediarlo.
- Igualmente. ¿Oye qué estás saliendo con Ahrel?
- Em… esto…la cosa es que… - Me estaba poniendo nerviosa, aquel espectro debía de tener algo contra mí para hacerme aquello. A mi lado Ahrel puso cara de circunstancias pero esperando una respuesta.
- ¡Ahrel! ¿Puedes bajar un momento, por favor? - ¡Salvada! Violet estaba llamando a Ahrel y eso me daría una tregua. Él bufó pero se marchó por la puerta a una rapidez vertiginosa como si así quisiera llegar a tiempo de la respuesta. Me aseguré de que no seguía por allí y me dispuse a contestar.
- No estamos saliendo. – Y era la verdad. Aunque decir aquello rasgaba mi interior. Cada vez que lo pensaba una garra arañaba mi alma y me oprimía el corazón.
- Pero te gusta. – El espectro aquel me empezaba a caer pesado.
- Bueno ¿Acaso es asunto tuyo? – Evitaba encontrarme con la mirada de aquel espectro, sabía que si nos mirábamos ella descubriría en mis ojos la verdad de un sentimiento que ni siquiera o era capaz de aceptar. Nunca había estado enamorada. Toda mi vida estaba centrada en la magia y por lo que había leído una persona tardaba en enamorarse. Sin embargo, Ahrel había revolucionado mi vida. Cuando me rozaba o hablaba era como estar en un paraíso terrenal. Cuan injusto era el amor, te pillaba desprevenida y te hacía caer rendida a pies de alguien que casi ni conocías.
- Mira no es de mi incumbencia pero llevo en esta casa bastante tiempo. Conozco a Ahrel y siempre ha buscado a alguien y solo con estar contigo se expone a los demás vampiros. En el Umbral de la Muerte no se habla de otra cosa. Vosotros estáis destinados a hacer grandes cosas. Y aún no has respondido a mi pregunta. Pero la cambiaré. ¿Te gusta Ahrel? – Kiara no dejaba de hablar y cada palabra se introducía por mis oídos para deleitarlos. Era absurdo mentirla.
-Sí me gusta, me gusta muchísimo. – Bajando la mirada intenté crear un agujero que me tragase para evitar la vergüenza que me daban mis sentimientos. Lo más absurdo de la situación era que le estaba mostrando los sentimientos más íntimos a un espectro. Aquello solo lo sabía Celia. Debería contárselo pero me dije a mí misma que estaría demasiado ocupada con Will. El silencio se había apropiado de la sala y mis pensamientos me habían impedido percibir que una presencia estaba al final de la escalera. Después de un momento, Violet subió al ático con la misma soltura que siempre.
- ¡Emma! ¡Oh! Hola, Kiara.
- Hola, Violet. Bueno yo me voy a ver XXX Holic. Adiós, Violet. Si necesitas algo Emma avísame. Soy experta en cosas satánicas y de mucha sangre. – Kiara se fue desvaneciendo en el aire y el ático recuperó la atmósfera de calor que poseía al principio. Me puse frente a Violet intentando olvidar qué había dicho sobre mis sentimientos.
- Emma ¿Te quedas este fin de semana en casa? Ya que hoy es viernes y hay camas de sobras pues tú y Celia os podéis quedar. ¿Qué te parece? –
- Bueno, yo no sé…
- Por favor, Emma. Me harías muy feliz y a todos los demás también. Por favor, por favor, por favor… - Violet tenía los ojos llorosos y las manos entrelazadas. ¡Qué buena actriz era! Tenía ganas de quedarme para ser sinceros.
- Pero no tengo mi ropa ni nada. Necesitaría volver a casa.
- ¡Genial! YO te llevo y cuanto antes salgamos antes volveremos que ya ha anochecido y no es seguro para ti andar sola por ahí.
- Si soy una bruja e iré contigo. ¿Qué problema habrá?
- Nosotros no somos tan peligrosos como otros vampiros, Emma – Por el rostros de Violet cruzó un sentimiento oscuro triste que no me paso desapercibido.
- Bueno pues en marcha.- Y esbozando una sonrisa, Violet me tomó en brazos y bajó las escaleras a tal velocidad que llegamos abajo casi volando. Mientras bajamos Violet no paraba de gritar «¡¡¡Se queda!!!» y añadió un «Ahora volvemos».
- Violet, debería avisar a Ahrel.
- ¡Oh, venga! Déjale, tenéis toda la noche para estar juntos. Pero antes de reuniros tendrás que estar un ratito conmigo
- Genial… - Y esbocé una sonrisa malévola que provocó carcajadas en Violet. Salimos de la casa para ir derechas al garaje. La noche era tranquila y corría una suave brisa que yo agradecía después de lo vivido. Montamos en un deportivo amarillo chillón que pegaba con el color que solía llevar Violet en el pelo. Amarillo y naranja, La viva, o más bien no-muerta, imagen de la vitalidad. Nos metimos al coche y Violet arrancó para volver cuanto antes a su casa « Estos bosques no son muy seguros.» me dijo. EL coche amarillo se perdió en la oscuridad mientras una sombra espiaba desde las profundidades del bosque. Iba a ser un fin de semana muy especial.